martes, 25 de noviembre de 2014

Pez japonés, características

Nombre Cientifico: Carassius auratus (Linnaeus,1758)
Nombre común: Pez japonés, pez rojo, pez dorado, goldfish, bailarina, carpa dorada.
Clasificación:
• Orden: Cypriniformes.
• Familia: Cyprinidae (Ciprinidos).
Biotopo:
El Carassius auratus, tal y como lo conocemos actualmente, proviene de variedades criadas exclusivamente en cautividad (acuarios, estanques o piscifactorías). Se cree que deriva de la carpa crucial (Carassius carassius), originaria de los ríos de China, de color grisáceo y forma muy similar al carassius común.
Distribución:
Se comenzó a mantener en cautividad en China desde el año 600 dC, pero hay indicios de que pudiera ser anterior (1400 aC). Después, en el año 1500 dC, pasa a Japón, donde se comenzó una cría intensiva y se desarrollaron diversas variedades. Después se extendió por Europa, aunque en principio estaban destinados a la realeza, y luego, en el s. XIX, llegó a América. Actualmente existen 125 variedades reconocidas, siendo el Carassius auratus el pez más vendido y con mayor distribución entre los acuariófilos de todo el mundo.
Forma:
Según la forma del cuerpo, podemos subdividir a los carassius en 2 grupos: de cuerpo alargado y de cuerpo ovoide.
*DE CUERPO ALARGADO:
Poseen una línea aerodinámica, con el cuerpo aplastado en los costados. Presentan una aleta anal y caudal simples, son nadadores veloces y resisten las bajas temperaturas.
En este grupo estarían:la variedad común (con aletas cortas); el cometa (con aletas mucho más largas que el común, especialmente la caudal) y el shubunkin (de coloración calico).
*DE CUERPO OVOIDE:
Poseen un cuerpo corto y rechoncho en forma de huevo, con una cabeza muy ancha. El lomo es alto y redondeado y el pedúnculo caudal es corto y estrecho. La mayoría presentan una aleta anal y caudal dobles. Estos peces no son potentes nadadores.
A su vez podemos subdividirlos en 2 grupos: A): Poseen aleta dorsal y B): Sin aleta dorsal.
A) CON ALETA DORSAL:
A.1- Cola de abanico (fantail): Presenta una aleta caudal doble, con lóbulos ligeramente puntiagudos, que mantiene erecta y en forma de triángulo abierto, visto por detrás.
A.2- Cola de velo (veiltail): Posee una aleta caudal doble, larga y que cae elegantemente como si fuera un velo.

A.3-Ryukin: Similar al cola de velo, pero su lomo es mucho más elevado, en forma de joroba y su aleta caudal es más ancha.
A.4- Telescópico (telescopio): Similar al cola de velo, pero sus grandes ojos cónicos sobresalen de su cabeza hasta 20 mm. Su visión no es muy buena, por lo que no conviene mezclarlos con otras especies más competitivas. Existe una variedad de color negro, muy resistente, llamada moro negro (black moor).

A.5- Oranda: Similar al cola de velo, pero presenta una protuberancia o excrecencia carnosa sobre su cabeza. Este capuchón comienza a desarrollarse a los 2 años de vida. Existe una variedad muy conocida, el oranda gorro rojo o sello rojo (red cap), de cuerpo blanco y capuchón rojo.
A.6- Escama de perla (escamas perladas): Similar al cola de velo, pero su abdomen es más abultado, en forma de pelota, y en el que sobresalen escamas semiesféricas, como si fueran perlas incrustadas.
A.7-Pompón: Similar al cola de velo, pero presenta 2 excrecencias carnosas que se desarrollan sobre los orificios nasales. Las excrecencias también pueden aparecer en otras variedades de carassius.
B) SIN ALETA DORSAL:
B.1- Ranchu: Presenta un crecimiento carnoso que cubre la cabeza entera y un lomo con una caída pronunciada hacia la cola; su aleta caudal doble tiene los lóbulos pequeños y ligeramente cuadrados.

B.2- Cabeza de león: Presenta un crecimiento carnoso en la cabeza más abultado que el del Ranchu, y la curvatura de su espalda es menos pronunciada.

B.3- Celestial (soñador): Posee una aleta caudal doble, en forma de velo y sus ojos salientes están orientados hacia arriba. A pesar de esta característica, se desenvuelven muy bien y no tienen problemas para encontrar alimento.
B.4- Ojos de burbuja: Similar al celestial, pero a los 6-9 meses, comienzan a desarrollar unas bolsas llenas de líquido debajo y alrededor de los ojos. Las bolsas son delicadas y se rasgan con facilidad, por lo que el acuario debe carecer de elementos punzantes. Si se rasgan, cicatrizan y vuelven a formarse.
Coloración:
Existen 3 formas básicas de coloración: brillo metálico, coloración moteada o calico y mate (sin brillo). Pueden tener gran variedad de colores, entre ellos, el más común es el naranja, aunque pueden ser de color rojo, blanco, calico, negro, azul y verde metálicos, oro, gris, amarillo (limón), chocolate (marrón) y panda (blanco y negro)..
Tamaño:
El tamaño dependerá de la variedad de Carassius: entre las variedades con cuerpo alargado, el común supera con facilidad los 20 cm, llegando hasta los 30 cm en acuarios grandes y estanques, mientras que el cometa y el shubunkin alcanzan longitudes menores.
Por el contrario, es raro que las variedades con cuerpo ovoide superen los 20 cm.
Diferencias sexuales:
Los carassius son sexualmente maduros a los 8-10 meses, aunque se recomienda reproducirlos cuando tengan 2-4 años y midan más de 8 cm. Cuando son jóvenes es casi imposible diferenciar los sexos, aunque presentan unas ligeras diferencias en el orificio anal: las hembras tienen una ligera protuberancia hacia fuera, mientras que en los machos, el orificio es cóncavo y hacia adentro.
En la época de reproducción (suele ser en la primavera, con el aumento de temperatura), las hembras presentan el vientre más abultado (por los huevos) y a los machos les salen los tubérculos reproductores: unos granitos blancos en los opérculos de las agallas y en las aletas pectorales.
Otra forma de diferenciarlos es observar el cortejo reproductor: los machos persiguen a las hembras, golpeándolas ligeramente en el abdomen, para incitarlas a desovar.
Temperatura:
14-24ºC, resistiendo un rango de 10ºC a 29ºC según la variedad. El carassius común puede llegar a soportar los 2ºC en estanques, sin embargo, las variedades más ornamentales de carassius no soportan temperaturas tan bajas.
Agua:
La calidad óptima del agua de los carassius está planteada en:
pH = 7 – 7.5, resistiendo un rango de 6.9 – 8
Concentración de oxígeno = mayor a 6mg/l sin bajar de los 4mg/l.
Dureza = rango dh (escala alemana) 10-15.
Los carassius son peces muy resistentes que toleran concentraciones altas de nitratos durante bastante tiempo, si bien si éste se prolonga, puede resentirse su salud.
Así mismo, tampoco son excesivamente exigentes con los parámetros del agua, siempre y cuando se hayan criado en esos parámetros y los cambios sean muy graduales.
Acuario:
Es necesario proporcionarles de 30-40 l. por pez, puesto que su metabolismo hace que sean grandes consumidores de oxígeno (con temperaturas elevadas, su consumo de oxígeno aumenta, por lo que entonces deberemos colocar, además, una bomba de aire). Además, debido a su tamaño, producen bastantes detritus, por lo que es conveniente tener un filtro que mueva por lo menos 3-5 veces el volumen del acuario en una hora. No es necesario ningún calentador. Es recomendable sifonear el fondo y hacer cambios de agua parciales del 20-30% del agua semanalmente.
La gravilla no debe tener aristas afiladas, no muy gruesa, (3-5 mm), de color oscuro y el acuario puede decorarse con troncos y piedras grandes redondeadas.
Las plantas han de ser de hojas duras, puesto que los carassius suelen devorar bastantes especies en busca de aporte vegetal en su dieta. Se recomiendan especialmente: Echinodorus (espadas amazónicas), Vallisneria, Crinum thaianum (cebolla de agua), Microsorium pteropus (helecho de Java), Hygrophila, Anubia, Elodea y Myriophylum.
Alimentación:
El carassius es un pez omnívoro, sin embargo requiere un gran aporte de vegetales en su dieta. Los alimentos de origen vegetal se recomienda cocerlos en agua ligeramente para ablandarlos: soja verde, guisantes (arvejas), brócoli, pepino, zanahoria, acelga, lechuga y coliflor; también incluiremos germen de trigo y algas (espirulina, nori). Lo ideal es preparar una papilla con estos ingredientes y solidificarla con gelatina neutra en polvo.
El alimento de origen animal procuraremos dárselo no más de 2-3 veces por semana, y no abusaremos de los especialmente grasos. Podemos suministrarles: artemia, camarones, gambas, larvas de mosquito, lombriz de tierra y mejillones.
Por supuesto, también podemos alimentarles con alimento seco comercial (escamas, pellets) exclusivo para carassius, pero es necesario remojarlos previamente ½ hora en agua para ablandarlos y evitar que se expandan en su intestino produciéndoles problemas de vejiga natatoria (dificultades para flotar o sumergirse). A los carassius adultos conviene darles una dieta rica en vegetales, con proteínas de origen vegetal..
Comportamiento:
Muy pacíficos, no suelen atacar a otras especies, por el contrario son víctimas de ataques de peces mas agresivos. Conviven muy bien con peces de tamaño más pequeño, aunque no conviene ponerlos con peces que les quepan en la boca. De preferencia no juntarlos con alevines que si pueden llegar a convertirse en alimento de los peces dorados.
Son muy sociables, gustan de nadar en grupos, donde no suele haber ningún líder, por lo que conviene tener más de un ejemplar.
Reproducción:
Para incitar a la reproducción en un acuario, los peces se deben haber mantenido durante 1 o 2 meses a temperaturas menores de 18ºC, luego conviene ir aumentando poco a poco la temperatura hasta los 20-22ºC y las horas de luz, simulando el comienzo de la primavera. Se sugiere separar a los machos y hembras durante 2 semanas. También es necesario aumentar el aporte de proteínas en la alimentación, preferentemente de origen vegetal.
El tanque para la reproducción deberá ser alargado y bajo, de 60-80 l., sin gravilla y con un filtro suave de esponja. A ser posible, se recomienda colocar unas fibras de material textil atadas en forma de penachos, con un peso para que se hundan. Allí se quedarán adheridos los huevecillos.
Se recomienda introducir en el acuario 1 hembra y 2 o 3 machos (o también una pareja) al anochecer, puesto que el desove se producirá en la madrugada o al amanecer. Una hembra puede llegar a poner entre 5000 y 10000 huevos en cada desove, que los machos se encargarán de fecundar rociando con su esperma. Los huevos fecundados se tornarán de color claro, mientras que los no fecundados tendrán un tono blanquecino. Conviene añadir una pequeña dosis de azul de metileno para evitar los ataques por hongos. A los 5-7 días (dependiendo de la temperatura) los huevos eclosionan y salen los alevines. Hasta pasados 1-2 días no comenzaremos a alimentarlos, ya que se alimentan del saco vitelino, luego conviene proporcionarles (4-6 veces al día): infusorios o alimento comercial para alevines. A los 7-10 días de vida podremos proporcionarles artemia recién eclosionada y alimento seco desmenuzado 3-4 veces al día.
Cuando tengan 1 mes, los alimentaremos 2-3 veces al día, ya con la dieta de los adultos, pero finamente troceada.
Los alevines son muy sensibles a la contaminación del agua, por lo que será necesario retirar todo alimento sobrante que no consuman, y mantener una buena aireación y filtración del agua.

Pez japonés o dorado

También conocido como pez Dorado o Carassius, este hermoso pececillo de largas aletas y nado lento, que alguna vez fuera el deleite exclusivo de emperadores, es una de las primeras especies cultivadas por el hombre. Es originario de China, donde comenzó a criarse en el año 600 aproximadamente. El Carassius original, criado en China, en nada se asemeja a las variedades que hoy podemos contemplar; siendo aquel de cola simple, color pardo a bronce y de gran tamaño, que incluso se utilizaba para la alimentación humana. En el año 1571 llega a Japón y ahí se realiza una estricta selección que deriva en las vistosas variedades actuales.
Son, junto con las carpas, los habitantes más populares de estanques, fuentes y jardines públicos. En las culturas asiáticas, son símbolo de abundancia, prosperidad y para atraer dinero. El proceso de selección de ejemplares ha logrado numerosas variedades morfológicas y cromáticas, algunas de gran colorido y belleza, muy diferentes de la especie original. Este es uno de los peces más populares y comercializados en el sector de la acuariofilia en nuestro país. Algunos de ellos son reproducidos en México, aunque un buen número sigue llegando de Asia.
Características del hábitat: originario de regiones subtropicales, donde la temperatura oscila entre 14 y 22°C, es considerado un pez de agua fría; es decir, no requerirá calefacción. El agua tendrá un pH entre 6.8 a 7. Es un gran consumidor de oxígeno. Los Carassius son muy susceptibles al contenido de cloro, que les produce inflamación de las branquias. Por esta razón, será necesario aplicar anticloro o acondicionadores de agua, además de una fuerte aireación; esto también aplica al efectuar cambios de agua o reposiciones de la que se evapore.
El Acuario Ideal: debe ser, cuando menos, de 100 litros para mantener de cuatro a seis peces adultos (10 a 15 cm de largo corporal, aunque algunos miden hasta 20 cm) en excelentes condiciones. La regla de un litro por cada centímetro de largo del cuerpo del pez, deberá cambiarse por la de dos litros de agua por cada centímetro de longitud. La imagen de la pecera esférica que nos presentaban en la película Pinocho, es lo más alejado de las condiciones adecuadas, ya que no sólo es insuficiente el espacio para que pueda moverse o incluso respirar, sino que es prácticamente imposible adaptarle el equipo necesario y darle mantenimiento. Nunca tengas un acuario sobre poblado, tarde o temprano los dolores de cabeza llegarán.
Filtración: la colocación de un filtro que mantenga limpia el agua es de imperiosa necesidad debido a la cantidad de detritus aportados por los Carassius y a la tendencia de remover el fondo en busca de alimentos, lo que la enturbia notablemente. Utiliza un filtro de plataforma y con tu sifón lava-gravas realiza cambios semanales aspirando del fondo la mayor suciedad. Si tu presupuesto lo permite, instala un filtro externo de cascada y enjuágalo semanalmente. Si puedes comprar uno que esté sobrado, ellos lo agradecerán y tu estarás contento de no dar mantenimiento tan frecuente a la pecera. El tanque lucirá siempre transparente si aplicas unas gotas de Accuclear, producto que compacta la materia orgánica disuelta, permitiendo a tus filtros extraerla con eficiencia y dejando el acuario cristalino, listo para la inspección del juez más exigente.
Aireación: lo más recomendable es una cabeza de poder, es silenciosa y potente y proveerá de movimiento constante para que el agua esté oxigenada. Nunca desconectes ni la cabeza ni los filtros, en particular a la hora de comer que es cuando mayor suministro de oxígeno requiere. También podrás instalar cortinas de burbujas alimentadas por una bomba de aire, decorarán la pecera con una cascada de burbujas. ¡Ah!, no olvides tener a la mano una bomba de baterías, en caso de que falle la luz, hará la diferencia entre la vida y la muerte de tus peces.
La temperatura: ideal del acuario para Goldfish oscila entre 15 y 22ºC. Si se rebasan estos límites, los peces sufren aceleración en su metabolismo, los verás hiperactivos, comerán y defecarán excesivamente y su longevidad (podría llegar a los 30 años) se verá mermada. En aguas demasiado frías, permanecerá casi todo el tiempo en el fondo debido al enfriamiento de su vejiga natatoria y a la disminución de su metabolismo, lo que le hará caer en un letargo.
Decoración: podrás decorar con gravilla de 3.5 mm de grosor; puede ser natural o de colores; utiliza pequeñas piedras de río. El sustrato deberá tener una profundidad de entre cinco y 10 cm pues su pasatiempo favorito es excavar. Si no hay la profundidad suficiente, tus adornos de plástico y plantas estarán flotando cuando regreses a casa. Evita las arenas demasiado finas y las gravillas de bordes filosos pues les encanta hurgar en el fondo y remover todo el sedimento que allí se deposita. Ingerirán la arena demasiado fina y esta se acumulará en su estómago ocasionándoles la muerte. Los bordes filosos podrían lastimar su hocico y originar infecciones por hongos. Las gravillas de color oscuro resaltan el colorido de las variedades de color rojo, dorado o blanco, pero evítalas si tus peces obscuros.
Plantas: para decorar la pecera podrás también utilizar plantas naturales o artificiales. Si son naturales, opta por aquellas de hojas resistentes y duras ya que los japoneses son fanáticos de éstas. Deben poseer raíces y las más recomendables son la Vallisneria, Echinodorus y  Saggitaria. Altérnalas con otras que tu pez pueda ingerir como las Elodeas, Cabombas y en general, plantas de hojas blandas. La plantación del acuario no debe ser tan saturada que impida que los peces naden con soltura.
Iluminación: el japonés requiere mucha luz para que puedas disfrutar de sus suaves movimientos y colorido; también para ayudar a que las plantas naturales se repongan de los mordiscos que recibirán. Utiliza una lámpara con tapa; generalmente las medidas de ésta hacen juego con la pecera y vienen equipada con focos fluorescentes tipo gro-lux que acentúan el colorido natural de tus peces y fomentan el desarrollo de las plantas acuáticas. La luz que emiten es más rosadita que la típica luz blanca de oficina.
Alimentación: puedes usar alimentos de marcas prestigiadas en hojuelas o pellets, balanceados para cubrir sus necesidades, a diferencia de los alimentos para peces tropicales (que viven en aguas templadas) tienen menores cantidades de proteínas y grasas. Los alimentos en hojuelas son recomendables para las primeras etapas y los podrás alternar con los pellets más pequeños, en forma de chochitos. Conforme crezca tu amigo deberás incrementar el tamaño de las bolitas para que no se le dificulte consumirlo, hasta llegar incluso a los churritos. Complementa con alimento vivo de manera ocasional, usa las artemias y evita a toda costa la lombriz "tubifex" que es demasiado grasosa y rica en proteínas, ya que pueden echarse a perder en su sistema digestivo antes de acabar de procesarla.
Estos peces son fanáticos de los vegetales y si no quieres ver a tus preciosas plantas devoradas, suministra espinacas o lechuga que pueden ser ligeramente cocidas; sujétalas con un clip (lo conseguirás en un acuario) y fíjalas con la ventosa al cristal del acuario, después de cinco minutos retira el sobrante. Esto es muy importante porque son peces que suelen adolecer en la dieta de complementos de origen vegetal, lo que los conduce a que sufran todo tipo de enfermedades. Los peces japonés son muy glotones y siempre estarán deseosos de un bocadillo, incluso hay clientes que me comentan: "No se que le pasa a mi Goldfish, está echado en el fondo de la pecera, nada con dificultad o esta con la panza hacia arriba". El 99% de las veces es un pez sobre alimentado y la única solución es controlar su alimentación. No se morirá si se queda algunos días sin comer y cuando esté recuperado, dale sólo lo que pueda consumir en cinco minutos dos veces al día, pero con reloj en mano. Es la única manera de no excederse.
Compatibilidad: la regla número uno, No mezclar Goldfish (peces de agua fría) con peces tropicales (de agua templada o cálida). Regla número dos, nunca los introduzcas en acuarios tropicales. La tercera: Los Goldfish son nadadores lentos pues sus largas aletas y colas les impiden un avance hidrodinámico y ágil. Evita cualquier pez que pueda molestar sus aletas y colas, son una verdadera e irresistible tentación para algunos. Puedes ponerlos con algunos peces gato de la familia corydora o tener un hermoso acuario de puros japoneses: aprovecha la gran diversidad de colores, de tipos de ojos, de cabezas, de escamas, de colas.

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